Mareas rojas y algas tóxicas no son lo mismo
Las mareas rojas son coloraciones o manchas del agua de mar producidas por altas concentraciones (varios millones de células por litro) de microalgas. Su coloración es variada y dependiendo de los pigmentos de las microalgas que las producen pueden presentar distintas tonalidades –anaranjadas, rojizas, parduzcas, verdosas…
En Galicia, la mayoría de las mareas rojas están formadas por microalgas inocuas.
Por tanto, la coloración del agua no es indicativa de peligro para el consumo humano. La confusión surge de la idea de que todas las mareas rojas son producidas por algas tóxicas, lo cual es falso. Las algas tóxicas no siempre colorean el agua durante sus proliferaciones. La observación de una marea roja puede provocar alarma social y si son recurrentes incluso pérdidas económicas en zonas turísticas.
Las microalgas tóxicas son una minoría entre la diversidad de especies de fitoplancton. No necesitan alcanzar densidades que coloreen el mar para que sus proliferaciones produzcan toxicidad. En Galicia, estas microalgas raramente producen coloración apreciable a simple vista. En cambio, los moluscos bivalvos pueden filtrarlas y acumular toxinas que se transmiten a la red alimentaria: peces pelágicos planctívoros -como las sardinas- aves, mamíferos marinos y, por supuesto, al ser humano. Las proliferaciones de este tipo de microalgas se denominan floraciones de algas nocivas o episodios tóxicos.
Por último, destacar que algunas especies de microalgas son ictiotóxicas y han llegado a causar grandes mortandades en peces, tanto salvajes como cultivados. Galicia no es una región especialmente amenazada, aunque Heterosigma akashiwo afectó a cultivos de lubina en 1987 y Dictyocha speculum causó la muerte de miles de salmones en 1996.